Julio 2010- Diario

He tenido olvidado este blog durante un tiempo. Lo creé para compartir unas respuestas a mis interrogantes, y para contar como esos descubrimientos iban manifestándose en como yo me experimentaba a mi misma; observándome, respirando, dándome cuenta de mi deshonestidad.

Lo retomo ahora porque en el tiempo transcurrido ha habido cambios en mí y en mis circunstancias. Ahora enfrento un punto en mi proceso que quiero compartir y también convertirlo en la forma en que yo me apoyo a mí misma, viéndome en total auto-honestiddad

Todo lo que he hecho los últimos 14 0 15 años ha estado dirigido por aquel pequeño bulto que me apareció en el pecho. Me negué a recibir tratamiento de la medicina oficial y comencé un largo caminar para recuperar la salud y entender como había creado ese problema y ese riesgo para mi vida.
La prueba de que algo limpié o entendí, es que todavía sigo aquí. Sin embargo sé que el problema no está erradicado de mi fisicalidad al 100% y ahora de nuevo me enfrento a lo que me ha dirigido durante tantos años y me digo que ya no quiero estar dirigida por ello, que no voy a resistirme más y que voy a buscar, a trabajar para parar ese generador de energía que es mi enfermedad.
Hoy es el día en que me he rapado completamente el pelo. Venía del hospital donde el médico me ha explicado que tienen que extirparme la mama y que me olvide de lucir escote.
He tenido tiempo mientras hablaba con él, de darme cuenta del miedo y el rechazo que sentía hacia la mutilación, el dolor físico, las cicatrices y la apariencia estética.
En realidad la fuente de donde sacaba el valor para hacer otras cosas que me sanaran era del miedo a todo lo dicho anteriormente.
Yo creé ese miedo desde hace mucho tiempo, cuando verbalizaba que mi verdadero miedo estribaba en el dolor físico, como el verdadero miedo a mi padre era a que me pegara.
La apariencia.......esa imagen a la que definía como yo misma, más que yo,y parte de mi condición de mujer.

Ya hace tiempo que renuncié a compartir mi cuerpo , supongo que lo que le ocurría a mi cuerpo tuvo su influencia en mi mente, asi como mi mente tuvo su influencia en lo que le estaba ocurriendo a mi cuerpo. Todo es uno, pero ese uno no sabe que lo es y, se ha dividído a sí mismo tantas veces, que agrede y suprime sin darse cuenta de que solo se agrede y se suprime a si mismo.

Y en mi declaración de que o soy una e igual a mí mísma, me he rapado la cabeza.

El hecho de hacerlo hoy estaba medianamente programado y desde hace dos días al enfrentar el instante en que tenía que ser mis palabras, una sensación particular me llegaba de repente, resistencias en forma de justificaciones ( mi madre se enfadará, como llevaré el que la gente me mire), miedos, excusas.

El haberme dado cuenta en la consulta del Hospital de que era hora de enfrentarme a mis ¨miedos' me ha hecho querer pararme y no participar de ellos, y la acción ha sido verle la cara al miedo a no ser la imágen del Yo de la conciencia.