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jueves, 14 de octubre de 2010

RESUMEN -1ª parte-

Los últimos meses he escrito , trabajado y enfrentado mi conflicto manifestado en mi pecho como un tumor.Como he dicho en otras muchas ocasiones, este tumor se inició a los dos o tres años del nacimiento de mi hijo, que ahora tiene 20.
Desde aquel entonces hasta ahora, mi vida ha girado en torno a este punto, utilizandolo a veces como excusa y otros como causa, motivo pero, siempre presente.
Cambié mi vida de forma bastante radical, dedicándome a las terapias alternativas como usuaria y como profesional, recorriendo todos los caminos que 'llevan' a la sanación-salud: caminos espirituales, naturales, mentales, energéticos, es decir, curanderos, naturópatas, terapeutas, chamanes etc.....
A mi vez yo  me convertí en mansajista, osteópata ( mi pensamiento en aquel entonces era que un terapeuta tiene que ayudar a otro en aquello que por si mismo la persona no pueda hacer y desbloquear la espalda era una de ella) y estudié otras técnicas: reflexología, técnica metamórfica, flores de back, rebirthing, kineseología aplicada, psicoterapia positiva , homeoapatía para osteopatía......
La primera realización al introducirme en este mundo de las terapias tanto manuales como energéticas fué el ego inmensos de muchos de sus practicantes.
Yo había llegado a este mundo relativamente tarde, pero había pertenecido una parte de mi vida a otro mundo ( intelectuales, artistas..) y ya conocía lo que el ego significaba.
Uno se hace una idea, opinión de que  'la espiritualidad' es mejor, que las personas que dicen haber elegido ese camino son 'mejores' por el simple hecho de su 'pretensión' de ayudar a otros. Nada más alejado de la realidad. Lo que yo he experimentado es que ese ego es común a todo.
Mi acercamiento hacia las personas con 'habilidades' que creyera que yo no poseía, siempre ha sido la de permanecer junto a ellas hasta que era capaz de ver el punto en el que me auto-engañaba, en el que descubría mi propia auto-deshonestidad al darme cuenta que la habilidad la creaba yo, con mi participación en su creencia,  y con mi aceptación de ser algo más que yo.
Ego como  interes personal en su  punto de partida.
Volviendo al hilo de la narración.
Seguí buscando nuevas formas de entender el ser humano y la enfermedad ,- mientras, pasaba la menopausia, vivía la adolescencia de mi hijo con rabia, culpa y mucha tensión, y daba por cancelada en la práctica la relación carnal con el sexo opuesto-, lo ùltimo fué EFT, transmutación de las memorias celulares ,  ...... cuando 'navegando' encontré a Sunette hablando. Al principio me sorprendió lo que decía y como lo decía. Me resultaba un tanto sorprendente que una chica tan joven fuera capaz de hablar unicamente desde el conocimiento - y si era alguién 'actuando' merecía un oscar.
Esto ocurrió en la primavera del año pasado. Comencé a ver videos y a poner en práctica la consciencia en la respiración y el parar la mente sistemática de conciencia.. Me observaba, me daba cuenta de mis reacciones, me perdonaba. Sentí cuán anclada estaba todavía al pasado y por primera vez me dí cuenta, verdaderamente, de lo esclavizada, robotizada y alienada que estaba. La cuestión era que yo había acumulado conocimiento e información de mi, pero me estaba perdiendo el punto de mi como yo, puesto que la búsqueda no era más que mi partcipación en el sistema de conciencia  de la mente, como sistema de conciencia de la mente,  intentando explicárse a sí mismo en un ciclo sin fin.
Los descubrimientos que iba haciendo con respecto a mi, en los que me descubría en des-honestidad, se fueron manifestando externamente en la desaparición de personas, proyectos, y cambio de actitudes en el ámbito familiar.
Luego tuve la oportunidad de comenzar el curso de SRA ( Alineación de la Resonancia Estructural) y ahí con las herramientas ofrecidas comencé a indagar sobre ciertos procesos para comprender, como había creado lo que hoy experimentaba y además teniéndome  a mi como fuente de la información..

Aquellos primeros meses trabajé a través de lo cotidiano , la relación con mi hijo, y ahí fuí tirando de un hilo, desvelando los mecanismos, las experiencias de mi que se activaban de forma sistemática reproduciendo patrones emocionales, conductuales, etc... en fin, toda una programación a la que definía como yo.
Mi cambio interno también comenzó a reflejarse externamente cortándome el pelo, enfrentando mis canas, mi edad, mis prejuicios, mis temores. Comencé a centrarme en mi misma sabiendo que prioritariamente tenía que hacer mi propio proceso antes de hablar a otros. Cambié mi infraestructura a una manera menos 'cómoda' pero necesaria en mi proceso y economicamente menos stressante.
La relación con mi madre se convirtió en un problema y con mi hijo mejoraba en la medida de mi tolerancia.
Cuando esto ocurría era finales de primavera, comienzo del verano.

Alguién, de quien no sabía - entre otras cosas, porque no quería saber - y, a quién alguna vez  consideré su 'habilidad'  más que yo, me llamó y después de una coversación que me pareció clon de otra conversación, me preguntó si estaba haciendo, tomando algo para mi tumor. Le dije que no y ella pareció sorprenderse. Ya no volví a hablar con ella, sin embargo, su pregunta acerca de mi 'enfermedad' introdujo en mi  una cierta desazón ya que últimamente había observado que la piel estaba más retraida.
Y desde aquí, desde el núcleo de la familia, desde el origen y fuente de mi programación y mi participación en la reproducción del programa, trabajé con el punto que había desencadenado la conversación telefónica y me dí cuenta de que ya era hora de resolver el conflicto que llevaba alimentando tantos añós.
La parte del proceso de ir al hospital, hacerme las pruebas y operarme estan escritas en este blog.

Lo curioso de esta enfermedad llamada cáncer, es que prueba que estamos separados de nosotros como Aquí, como nuestra fisicalidad. Que nuestro cuerpo está creando el arma que lo destruirá ,como reflejo de lo que aceptamoso y permitimos como sistema de conciencia de la mente ,y que cuando aparece en nuestro cuerpo, nos damos cuenta de cuán desconocido nos es, nos somos a nosotros mismos.

Es más curioso todavía que una enfermedad que puede ser mortal se manifieste como 'algo' , y, al menos en mi caso, 'algo' sin dolor, sin síntomas, al menos síntomas que hagan creer que la vida de uno está en peligro. En mi fueron síntomas aparentes como la lenta transformación de  mi pecho. Cuando hablo de mi tumor con médicos o profanos, lleva implícito la toma de consciencia  del peligro de mi vida, sin embargo yo nunca lo he visto así, excepto quizás, al comienzo de mi primer diagnóstico.
La primera vez que escuchas en palabras 'el diagnóstico', ese primer momento y los días siguientes, se experimentan como el suelo  hundiéndose bajo tus pies y cayendo en un espacio desconocido hasta ese momento.
Aunque diferente, recuerdo otra experiencia donde por un instante sentí algo similar. Siendo joven, una noche de verano marchaba hacia mi casa caminando después de haber estado con amigos. Cuando iba llegando al portal de la casa y ponía la llave en la puerta, oí unos pasos que venían hacía mi. De repente un hombre joven me cogió y poniendo algo sobre mi costado me dijo que me estuviera quieta o me mataba. Recuerdo que tenía la llave en la cerradura y que lo que pensé en ese momento fué: 'Alicia, como en la tele pero te está pasando a ti, ahora'. Fué un sentimiento de hacerse real lo que habías visto en el cine, en los periódicos y que creías que eso jamás te pasaría a tí. Mi reacción fué preguntarle si podía sacar la llave y bueno, no sé que le dije los siguientes seis metros, pero luego hablamos y terminó acompañandome a casa. Me dijo que su intención era violarme y que había esperado que gritase, me resistiera, pero que al no hacer nada se desconcertó.
El momento del diagnóstico de cáncer fué similar, en cuanto que no te puedes creer que eso te pase a ti, pero diferente, en  cuanto que en lugar de durar segundos se instala de forma permanente.

Aprendí a vivir con ese temor latente a lo irremediable, aunque por otra parte, en mi y como yo, existía la certeza de que era una oportunidad que me daba a mi misma para corregir aquello de lo que no era plenamente consciente y que me estaba destruyendo.

Operarme ha sido una liberación y mucho menos dramático de lo que mi mente había confeccionado. No me han extirpado el pecho, sino solamente la parte donde estaba el tumor.
La cuestión ahora es que en mi segunda visita al médico me ha dicho que han encontrado algo en el ganglio centinela y a eso ellos le llaman metátasis.
El primer día en el que recibí esta noticia, a pesar de la respiración había momentos en los que las lágrimas intentaban salir. El segundo día me planteé que debería hacer con respecto a la radioteapia, hormonoterapia y quimioterapia que me ofrece la medicina. El tercero ya tenía claro que no iba a hacer nada de eso.
Ayer hablé con el psicólogo del hospital  y le conté lo que pensaba decir en la cita que tengo con el radiólogo. Me apoyó en mi decisión, que es el tratarme yo durante tres meses y si después de ello los análisis siguen dando el mismo resultado me someteré a su tratamiento.
Estoy aprendiendo a confiar en mi.
Hace un par de días mientras paseaba vi claramente como había creado esa primera célula separada del  resto del cuerpo con la información suministrada sistemáticamente por mi como sistema de conciencia de la mente focalizada en un punto específico, ' la madre' en y como yo. Y veía bajo una nueva perspectiva, incluso mi 'elección' de dedicarme a las terapias. Y me ví en la prisión que yo había creado y la ansiedad y la angustía de saberme encerrada en el 'personaje' .

La última semana he tenido dos sueños significativos en la medida en que una noche apareció mi madre y la segunda mi padre.

:  En el primero había una habitación y ahí una cama, sobre la cama parecía haber alguien aunque copletamente cubierto por mantas. Sin embargo desde ahí oigo la voz de mi madre que me dice que tengo que encontrarle comida al gatito que está bajo la cama. Me fijo que efectivamente hay un gatito que parece tener miedo a salir. Yo le llamo y cuando se acerca le cojo  por el cuello y le acaricio la parte baja de la barbilla.
El segundo veo  una carretera y voy con mi padre en un coche. Al llegar a una zona empinada , el coche parece pararse  y mi padre ya no quiere conducir, asi que me hago yo cargo del  coche. Allí  al estar  parado cuesta arriba veo que no puedo frenarlo –voy sola ahora en le coche- y el coche se va cuesta abajo, hacia atrás y yo intentando controlar la caída buscando algún espacio suficiente para derramar y frenar. Solo al final de la cuesta consigo dominar el coche.
Entiendo de estos sueños que debo alimentar, nutrir mi feminidad ,  y que yo puedo tomar la dirección de mi como yo.

Fin de la primera parte

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