Vistas de página en total

martes, 28 de septiembre de 2010

Septiembre 2010

Mañana, día de la huelga general, me operarán del tumor en el pecho.
Solo lo sabe mi hijo y creo que le voy a pedir que no venga a verme al hospital.
Hace aproximadamente un mes que he cortado/cambiado la relación con mi madre y hermano. Ayer también la cambié con mi hijo.

Estos últimos días han sido interesante en cuanto a las cosas de las que me he dado cuenta. Por ejemplo después de tantos años buscando el origen de mi desequilibrio, de la manifestación de mi cancer, ha sido ahora a las puertas del quirófano cuando he llegado al punto que lo desencadenó: la maternidad.
Maternidad como hija y maternidad como madre. En este darme cuenta ha sido fundamental el curso de Alineación de la Resonancia estructural.
El desencadenante fué el nacimiento de mi hijo. Ahí de forma inconsciente surgió todo el conflicto creado por la relación y experiencia de mi como hija y la imagen, creencia, definición hecha de mi madre.
El otro día tuve cita con el psicólogo del hospital - psicoanalista lacaniano- y no resultó una pérdida de tiempo. Lo más relevante de la conversación fué que según él no debía morir para castigar  a mi madre o conseguir que me acepte. También que mi rabia actual proyectada hacia ella viene generada por el gran amor inconsciente.

Lo cierto es que ahora me doy cuenta de que con el nacimiento de mi hijo, comencé a compararme con mi madre. Y dado que ' dentro del complejo de madre en las hijas puede haber una abolición del instinto materno, siendo sustituido por un Eros exaltado. Esto lleva a una relación incestuosa con el padre. Se produce un intento de seducción de los hombres ,buscando en esos vínculos hombres casados, por lo que compiten con su madre en la atracción del padre. Mujeres muy seductoras', el nacimiento de mi hijo supuso un conflicto entre mi abolido instinto materno y el ejercicio de la maternidad.
Este sentimiento de desear ser una buena madre y no saber lo que eso significaba me generó un conflicto que ha durado hasta el día de hoy. Convertí a mi hijo en mi dueño y todo lo que le he ofrecido ha sido este terrible conflicto.
Ayer, dado el comportamiento de mi hijo hacia mi en estos días anteriores a la operación, la rabia hizo que me pusiera de pie y me sublevara como esclava de mi conflicto.
Es fascinante que después de esta puesta de pie y de perdonarme por todo lo que he aceptado y permitido referente a este punto , el dolor del brazo derecho que ha estado molestandome prácticamente desde que vine a la casa de mi madre, ha desaparecido.

No hay comentarios: